Nota di Radio Spada: continua
come sempre la sua collaborazione con Radio Spada il carissimo amico
Juan Diego Ortega Santana, titolare del blog sicutoves.blogspot.com.
Si tratta della prima rubrica radiospadista dedicata al pubblico
spagnolo e ispanofono che ci segue da anni con grande simpatia ed
affetto. Un sentito ringraziamento all’amico Juan Diego, vero cattolico
integrale, che in molte occasioni ci ha testimoniato il suo affetto e
la sua stima. Pregate per Lui. Buona lettura! (Piergiorgio Seveso)
Nota de Radio Spada: Continúa como siempre su colaboración con Radio Spada el muy querido amigo Juan Diego Ortega Santana, propietario del blog sicutoves.blogspot.com. Esta es la primera columna de radiospadistas dedicada a la audiencia española e hispana que nos ha estado siguiendo durante años con gran simpatía y afecto. Un sincero agradecimiento a mi amigo Juan Diego, un verdadero católico integral, que en muchas ocasiones ha sido testigo de su afecto y estima. ¡Ora por él! ¡Feliz lectura! (Piergiorgio Seveso)
La palabra “Epifanía” significa manifestación,; porque en este Misterio, como en el de Navidad, Dios se hace visible. El Santo Profeta Isaías columbra en una gloriosa visión a la Iglesia figurada por Jerusalén, adonde afluyen los reyes de las naciones, y la multitud de los pueblos que habitan en las riberas de los mares, y lo más selecto de la gentilidad. Vienen de lejos en numerosas caravanas, cantando las alabanzas del Señor, a quien traen oro e incienso. El Evangelio nos muestra cómo se ha cumplido esa profecía.
En la Epifanía se celebra la unión mística de las almas con Jesús, mientras que en Navidad, adorábamos a Jesús en Su Bendita Humanidad. La Liturgia de este día conmemora una triple manifestación de la Gloria de Cristo: ante los Magos, que se postran a sus plantas, aparece como Rey de los corazones; en las aguas del Jordán es declarado Hijo de Dios, y en Caná hace brillar Su poder sobre los elementos.
Reconozcamos en los Magos adoradores las primicias de nuestra vocación y de nuestra Fe y celebremos con el corazón lleno de júbilo los comienzos de esta dichosa esperanza; porque desde este momento hemos empezado a participar de la Herencia Celestial.