Nota di Radio Spada: continua
come sempre la sua collaborazione con Radio Spada il carissimo amico
Juan Diego Ortega Santana, titolare del blog sicutoves.blogspot.com.
Si tratta della prima rubrica radiospadista dedicata al pubblico
spagnolo e ispanofono che ci segue da anni con grande simpatia ed
affetto. Un sentito ringraziamento all’amico Juan Diego, vero cattolico
integrale, che in molte occasioni ci ha testimoniato il suo affetto e
la sua stima. Pregate per Lui. Buona lettura! (Piergiorgio Seveso)
Nota de Radio Spada: Continúa como siempre su colaboración con Radio Spada el muy querido amigo Juan Diego Ortega Santana, propietario del blog sicutoves.blogspot.com. Esta es la primera columna de radiospadistas dedicada a la audiencia española e hispana que nos ha estado siguiendo durante años con gran simpatía y afecto. Un sincero agradecimiento a mi amigo Juan Diego, un verdadero católico integral, que en muchas ocasiones ha sido testigo de su afecto y estima. ¡Ora por él! ¡Feliz lectura! (Piergiorgio Seveso)
Desde la Edad Media el pueblo cristiano honró los Dolores de Nuestra Señora durante Su vida en este mundo; el amor de los hijos por Madre tan Santa y Buena, llevó a la Piedad Católica a contemplar los diferentes trances por los que pasara María Virgen en compañía de Su Hijo Jesús, para redimirnos y alcanzarnos la Misericordia de Dios.
La Devoción de Los Siete Dolores de la Virgen María fue extendida por los frailes servitas; el Papa Benedicto XIII extendió universalmente la celebración del “Viernes de Dolores” en 1727, situando la celebración para el anterior al Viernes Santo.
Obra del escultor Don Ramón Cuenca Santo (España)
BUSQUEMOS A DIARIO
EL CONSUELO DE MARÍA MADRE NUESTRA
mediante la Meditación de Sus Siete Dolores
“La Santísima Virgen María, por el amor que nos dedicaba, estaba dispuesta a ver a Su Hijo sacrificado a la Justicia Divina por la barbaridad de los hombres.
Este gran tormento, pues, que María soportó por nosotros, un tormento mayor de que mil muertes, merece nuestra compasión y nuestra gratitud.
Si no podemos corresponder más a un tal gran amor, al menos dediquemos algunos momentos en este día de hoy para considerar cuan grandes fueron los sufrimientos por los cuales María se hizo Reina de los Mártires; porque los sufrimientos de Su gran martirio excedieron los de todos los Mártires, en primer lugar por ser los más largos, y en segundo lugar por ser los mayores en intensidad”
San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia
LOS SIETE DOLORES
DE NUESTRA SEÑORA LA VIRGEN MARÍA
(según el tiempo y la devoción de cada uno se pueden rezar de dos maneras:
o bien enunciando el Dolor y a continuación rezar un Avemaría,
o de manera más pausada, meditando cada Dolor y rezando luego un Padrenuestro
y siete Avemarías, usando para ello la Corona de los Siete Dolores)
Obra del escultor Don Ramón Cuenca Santo (España)
BUSQUEMOS A DIARIO
EL CONSUELO DE MARÍA MADRE NUESTRA
mediante la Meditación de Sus Siete Dolores
“La Santísima Virgen María, por el amor que nos dedicaba, estaba dispuesta a ver a Su Hijo sacrificado a la Justicia Divina por la barbaridad de los hombres.
Este gran tormento, pues, que María soportó por nosotros, un tormento mayor de que mil muertes, merece nuestra compasión y nuestra gratitud.
Si no podemos corresponder más a un tal gran amor, al menos dediquemos algunos momentos en este día de hoy para considerar cuan grandes fueron los sufrimientos por los cuales María se hizo Reina de los Mártires; porque los sufrimientos de Su gran martirio excedieron los de todos los Mártires, en primer lugar por ser los más largos, y en segundo lugar por ser los mayores en intensidad”
San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia
LOS SIETE DOLORES
DE NUESTRA SEÑORA LA VIRGEN MARÍA
(según el tiempo y la devoción de cada uno se pueden rezar de dos maneras:
o bien enunciando el Dolor y a continuación rezar un Avemaría,
o de manera más pausada, meditando cada Dolor y rezando luego un Padrenuestro
y siete Avemarías, usando para ello la Corona de los Siete Dolores)
LAS INDULGENCIAS
que regala la Santa Iglesia
a los devotos y propagadores de
LOS DOLORES DE NUESTRA SEÑORA
El Papa Clemente XII, concedió en 1734, una Indulgencia Plenaria y remisión de todos los pecados a quienes recen la Corona de los Siete Dolores de Nuestra Señora diariamente, por un mes continuo y luego confesado y comulgado, rogase por la Santa Iglesia; al que verdaderamente arrepentido y confesado, o al menos con firme propósito de confesarse, rezare esta Corona, por cada vez 100 años de indulgencia.