Nota di Radio Spada: continua come sempre la sua collaborazione con Radio Spada il carissimo amico Juan Diego Ortega Santana, titolare del blog sicutoves.blogspot.com. Si tratta della prima rubrica radiospadista dedicata al pubblico spagnolo e ispanofono che ci segue da anni con grande simpatia ed affetto. Un sentito ringraziamento all’amico Juan Diego, vero cattolico integrale, che in molte occasioni ci ha testimoniato il suo affetto e la sua stima. Pregate per Lui. Buona lettura! (Piergiorgio Seveso)
Nota de Radio Spada: Continúa como siempre su colaboración con Radio Spada el muy querido amigo Juan Diego Ortega Santana, propietario del blog sicutoves.blogspot.com. Esta es la primera columna de radiospadistas dedicada a la audiencia española e hispana que nos ha estado siguiendo durante años con gran simpatía y afecto. Un sincero agradecimiento a mi amigo Juan Diego, un verdadero católico integral, que en muchas ocasiones ha sido testigo de su afecto y estima. ¡Ora por él! ¡Feliz lectura! (Piergiorgio Seveso)
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“REINARÉ EN ESPAÑA”, LA GRAN PROMESA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Bernardo Francisco de Hoyos nació en Torrelobatón (Valladolid) el 21 de Agosto de 1711. Con los años, ingresó en la Compañía de Jesús y empezó a estudiar Teología en el colegio jesuita de San Ambrosio de Valladolid; el 3 de Mayo del año de 1733, se entretenía en la biblioteca de la Comunidad, cuando de forma providencial cayó entre sus manos el libro latino “De Cultu Cordis lesu“, que dio a luz en Roma el Padre José de Gallifet, también de la Compañía de Jesús, Asistente de las Provincias de Francia.
“A pocos instantes de lectura (escribe Bernardo a su Director), sentí en mi espíritu un movimiento extraordinario, fuerte, suave y nada arrebatado, ni impetuoso, con el cual me fui al instante delante del Santísimo Sacramento a ofrecerme al Corazón de Jesús para cooperar cuanto pudiese, a lo menos con oración, a la extensión de su culto”.
Al día siguiente, adorando la Sagrada Hostia en el Santo Sacrificio de la Misa, oyó una voz interior clara y distinta que le dijo: “Quiero por tu medio el culto de Mi Corazón Sacrosanto, para comunicar á muchos mis dones por medio de mi Corazón”.
Estamos en el 14 de Mayo de 1733; el mismo Superior, el Padre Juan de Loyola, estima al joven Hermano Bernardo y se da cuenta de su hondura espiritual y escribe:
“El día de la Ascensión del Señor se repitió la misma visión del Corazón Santísimo de Jesús, pero con circunstancias más particulares que me obligan a referirla con las mismas palabras del joven: “Después de comulgar (escribe Bernardo), tuve la misma visión referida del Corazón, aunque con las circunstancias de verle rodeado de la corona de espinas y una cruz en la extremidad de arriba, ni más ni menos que la pinta el Padre Gallifet; también vi la Herida por la cual parece se asomaban los espíritus más puros de aquella Sangre, que redimió el mundo.
Convidaba el Divino Amor Jesús a mi corazón se metiera en el Suyo por aquella herida, que Aquél sería mi Palacio, mi Castillo, y Muro en todo lance. Y como el mío aceptase, le dijo el Señor: ¿No ves que está rodeado de espinas y te punzarán?, que fue irritar más el amor, que introduciéndose a lo más íntimo, experimentó eran rosas las espinas.
Reparé que además de la herida grande, había otras tres menores en el Corazón de Jesús, y preguntándome si sabía quién se las había hecho, me trajo a la memoria aquel favor con que nuestro amor le hirió con tres saetas. Recogida todo el alma en este Camarín Celestial, decía: «Haec requies mea in saeculum saeculi, hic habitabo quoniam elegi eam» (“Ésta es mi mansión por siempre, aquí viviré, porque la deseo”) (Salmo 131, 14)
Se me dio a entender que no se me daban a gustar las riquezas de este Corazón para mí solo, sino que por mí las gustasen otros. Pedí a toda la Santísima Trinidad la consecución de nuestros deseos, y pidiendo esta Fiesta en especialidad para España, en quien ni aun memoria parece que hay de ella, me dijo Jesús: “Reinaré en España, y con más veneración que en otras muchas partes”.
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