Nota di Radio Spada: continua come sempre la sua collaborazione con Radio Spada il carissimo amico Juan Diego Ortega Santana, titolare del blog sicutoves.blogspot.com. Si tratta della prima rubrica radiospadista dedicata al pubblico spagnolo e ispanofono che ci segue da anni con grande simpatia ed affetto. Un sentito ringraziamento all’amico Juan Diego, vero cattolico integrale, che in molte occasioni ci ha testimoniato il suo affetto e la sua stima. Pregate per Lui. Buona lettura! (Piergiorgio Seveso)
Nota de Radio Spada: Continúa como siempre su colaboración con Radio Spada el muy querido amigo Juan Diego Ortega Santana, propietario del blog sicutoves.blogspot.com. Esta es la primera columna de radiospadistas dedicada a la audiencia española e hispana que nos ha estado siguiendo durante años con gran simpatía y afecto. Un sincero agradecimiento a mi amigo Juan Diego, un verdadero católico integral, que en muchas ocasiones ha sido testigo de su afecto y estima. ¡Ora por él! ¡Feliz lectura! (Piergiorgio Seveso)
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LA APOSTASÍA ACTUAL: La Iglesia del Concilio Vaticano II no es Católica
Cuando se cumple un año desde que el ídolo de “la Pachamama” fuese entronizado en San Pedro del Vaticano, con el aliento y complicidad de la jerarquía apóstata y de su representante, Jorge Mario Bergoglio, el mundo ha sufrido un cambio del cual apenas comenzamos a vislumbrar las consecuencias. El problema es profundo y tiene ya cincuenta años: el Concilio Vaticano II, convocado por Angelo Roncalli, Juan XXIII. La ruptura que este Concilio provocó con la Sacrosanta Fe Católica, supuso como la autodemolición de la Iglesia, apartarse de todo lo que hasta la fecha había santificado a millones de almas, negar a Cristo como lo negó Pedro, gritar al mundo como aquél “…yo no le conozco…”. Traemos aquí una sencilla reflexión del Obispo Marco Antonio Pivarunas (Sucesión Apostólica de Monseñor Thuc), donde nos aclara que para ser Católicos no podemos ni debemos participar de las ideas que triunfaron en el nefasto “Concilio Vaticano II” por cuanto nos apartan de la verdadera Doctrina.
UNA SOLA IGLESIA CATÓLICA, SANTA E INDEFECTIBLE
Tampoco puede haber, como imaginan algunos clérigos y laicos tradicionales, dos Iglesias Católicas: una es la Iglesia Conciliar Modernista y la otra la Iglesia Católica. El Papa Pío XII en su Encíclica “El Cuerpo Místico de Cristo”, del 29 de Junio de 1943, declaró solemnemente:
“…Por lo tanto, aquellos que están separados por la Fe y el Gobierno no pueden estar en un Cuerpo tan unificado y en su único Espíritu Divino…”
El clero y los laicos tradicionales que consideran la “Jerarquía” de la Iglesia Conciliar como Católica deben considerar la realidad de su posición: están divididos en la Fe y gobiernan con la Iglesia Conciliar.
El Cardenal Henry Manning, gran defensor de la Doctrina de la Infalibilidad Papal y el Primado del Papa, en el Concilio Vaticano, entre 1869 y 1870, expresó bellamente la asistencia y el vínculo inquebrantable del Espíritu Santo con la Iglesia Católica:
“La unidad indisoluble del Espíritu Santo con la Iglesia conlleva dos verdades como consecuencias directas: primero, que la Unidad de la Iglesia es absoluta, numérica e indivisible, como la unidad de la naturaleza en Dios y persona en Jesucristo; y segundo, que su infalibilidad es eterna.”
Un principio de vida no puede animar dos cuerpos ni funcionar en dos organizaciones. Una mente y una fusión mantienen a la multitud de creyentes en perfecta unidad a lo largo de las edades y en todo el mundo. La unidad de Fe, Esperanza y Amor, la unidad de un Maestro común, evita todas las discrepancias en la Fe y el culto, y hace que la unidad de Comunión no sea una ley constitucional o una disciplina externa, sino una necesidad interna y una cualidad y expresión inseparables de la unidad interna y sobrenatural del Cuerpo Místico bajo una sola Cabeza y animado por un solo Espíritu. Entonces puedes ver que la división es imposible.
A pesar de la confusión y destrucción causadas por el Concilio Vaticano II , recordemos que la verdadera Iglesia de Cristo, la Iglesia Católica, es infalible e indestructible; la ayuda constante de Cristo y del Espíritu Santo garantiza la pureza e integridad del anuncio de la Fe de los Apóstoles y sus sucesores.
Que el Espíritu Santo nos ilumine y guíe, y que Su Inmaculada Esposa, la Santísima Virgen María, interceda por nosotros en estos tiempos tan difíciles.”
In Christo Jesu et Maria Immaculata
Marco Antonio Pivarunas, ObispoSuperior General de la Congregación de María Reina InmaculadaTal vez le interese leer también el siguiente artículoLA APOSTASÍA ACTUAL: Los Católicos no deben someterse a Falsos Pastores