Nota di Radio Spada: continua come sempre la sua collaborazione con Radio Spada il carissimo amico Juan Diego Ortega Santana, titolare del blog sicutoves.blogspot.com. Si tratta della prima rubrica radiospadista dedicata al pubblico spagnolo e ispanofono che ci segue da anni con grande simpatia ed affetto. Un sentito ringraziamento all’amico Juan Diego, vero cattolico integrale,  che in molte occasioni ci ha testimoniato il suo affetto e la sua stima. Pregate per Lui. Buona lettura! (Piergiorgio Seveso)

Nota de Radio Spada: Continúa como siempre su colaboración con Radio Spada el muy querido amigo Juan Diego Ortega Santana, propietario del blog sicutoves.blogspot.com. Esta es la primera columna de radiospadistas dedicada a la audiencia española e hispana que nos ha estado siguiendo durante años con gran simpatía y afecto. Un sincero agradecimiento a mi amigo Juan Diego, un verdadero católico integral, que en muchas ocasiones ha sido testigo de su afecto y estima. ¡Ora por él! ¡Feliz lectura! (Piergiorgio Seveso)

Leggi anche: http://SANTA MARÍA GORETTI, Mártir de la pureza: suma intransigencia y exquisita dulzura

OFRECED UN SACRIFICIO COMO ACTO DE REPARACIÓN… La segunda Aparición del Ángel de Fátima

               Lucía Dos Santos, la mayor de los niños, escribió por obediencia todo lo acontecido en las manifestaciones con las que ella y sus primos fueron bendecidos entre 1916 y 1917; fue a principios del verano de 1916 cuando los tres niños de Fátima recibieron la segunda Aparición del Ángel de Portugal, esta vez junto al pozo de la casa de los padres de Lucía. Leamos la narración original de la Vidente:
 Ocurrió a mediados del verano, cuando llevábamos los rebaños a casa hacia mediodía para regresar por la tarde. Estábamos a la sombra de los árboles que rodeaban el pozo de la quinta Arneiro. De pronto vimos al mismo Ángel junto a nosotros:               -“¿Qué estáis haciendo? ¡Rezad! ¡Rezad mucho! Los Corazones de Jesús y de María tienen sobre vosotros designios de Misericordia. Ofreced constantemente oraciones y sacrificios al Altísimo!”               -¿Cómo hemos de sacrificarnos?-, pregunté. -“De todo lo que pudierais ofreced un sacrificio como acto de reparación por los pecados cuales Él es ofendido, y de súplica por la conversión de los pecadores. Atraed así sobre vuestra patria la paz. Yo soy el Ángel de su Guardia, el Ángel de Portugal. Sobre todo, aceptad y soportad con sumisión el sufrimiento que el Señor os envíe”.

               Estas palabras hicieron una profunda impresión en nuestros espíritus como una luz que nos hacía comprender quien es Dios, como nos ama y desea ser amado, el valor del sacrificio, cuanto le agrada y como concede en atención a esto la gracia de conversión a los pecadores. Por esta razón, desde ese momento, comenzamos a ofrecer al Señor cuanto nos mortificaba, repitiendo siempre la oración que el Ángel nos enseñó.